Una pistola en cada mano
Una pistola en cada mano
Una pistola en cada mano en Cuevana. J. está deprimido a pesar de tenerlo todo; es carne de psicoanalista. En cambio, E. es feliz aunque lo haya perdido todo y viva de nuevo en casa de su madre con un gato. S. desea volver con su ex mujer Elena dos años después. Los ansiolíticos ayudan a G. a soportar el engaño de su mujer. L. confunde el nombre de sus novias con el de su perro. P. se arma de valor e intenta seducir torpemente a su compañera Mamen. M. y A., dos amigos que nunca se han contado sus intimidades y secretos, son puestos en evidencia por sus respectivas mujeres, Maria y Sara.